“HE SIDO TAN AFORTUNADO...”
(Que sí, que ya lo sabemos. Que dar la vida por el prójimo, y más si son unos niñitos chinos que han de escapar del invasor japonés, es muy gratificante y ayuda al crecimiento personal. Pero hubiésemos esperado un poquito más de espesor dramático en este viaje físico y personal que ni es muy físico -se pulen 500 millas en un momentico, cual paseo por los decorados montañeses de cartón-piedra de Máximo riesgo- ni muy personal. Más que nada porque los personajes están bastante desdibujados, los recursos melodramáticos son bastante sobados -esas miradas perdidas al infinito, esos cromillos paisajísticos...- y el trasfondo político-histórico es más superficial que las noticias de Piqueras. Eso sí, alguna lagrimilla se escapa. Y es que la fórmula "basados en hechos reales" pocas veces falla).
miércoles, 12 de noviembre de 2008
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