domingo, 12 de octubre de 2008

Quemar después de leer


Cinco motivos para verla

1. Por modesta:
Todo es cuestión de gustos, pero aquí siempre hemos preferido a los Coen juguetones que a los trascendentes (léase esa supuración de ego intelectualoide llamada No es país para viejos). Y con Quemar después de leer, los hermanitos aparcan tanta pedantería para montar, just for fun, una farsa de espionaje, cuernos y ambiciones quirúrgico-estéticas.

2.
Por inteligente:

Por suerte, que los Coen se pongan chistosos no implica que se apunten al idiotismo tan de moda en la comedia actual. Su nueva película se basa en un elaborado guión que se acelera a medida que avanza; enlaza gags sin acumularlos, es decir, poniéndolos siempre al servicio del tono y del argumento; y propone desde el humor una mirada a la realidad. Hacen, en definitiva, una comedia, no un carrusel de tonterías.

3.
Por cruel:

En este retrato de una fauna de estúpidos cuyas acciones absurdas son capaces de poner en jaque a otros estúpidos (la CIA, vaya), se percibe ese tono de superioridad que los Coen no siempre han sabido administrar a lo largo de su carrera. Aquí, sin embargo, hay un amor por los personajes, todos ellos patéticos, todos ellos humanos, que en cierto modo redime a los hermanos cuando los someten a todo tipos de humillaciones y situaciones extremas. Incluso dramáticamente extremas.

4.
Por los actores:

Para que esta travesura fluya es fundamental la complicidad de los actores, capaces aquí de bucear en la parte más descerebrada de sus personajes. Y todo funciona porque, a diferencia de lo habitual, ni Clooney, ni Swinton, ni Malkovich, ni Pitt y ni McDormand juegan la carta fácil de la autoparodia. Al contrario, la complicidad del espectador no la buscan riéndose de sí mismos, sino riéndose con sus personajes.

5.
Por inquietante:

Curiosamente, la diversión de Quemar después de leer nace de sus contrastes. Una escena que comienza al estilo screwball puede acabar de la manera más salvaje y amarga. De hecho, toda la película es una negrísima broma sobre este mundo de interconexiones inesperadas que ni siquiera es capaz de ordenar un servicio de inteligencia (dejémoslo en servicio). Pone los pelos de punta pensar que quienes controlan nuestras vidas, en realidad van tan perdidos como nosotros.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Me pareció una película muy irregular, ya que es cierto que tiene algunos toques de humor muy divertidos, y los personajes a ratos funcionan. Pero creo que la peli no termina de cuajar y el restultado final deja bastante frío, ya que la trama no termina de enganchar, el guión y desarrollo de personajes se queda cojo a media peli. Una lástima.

Anónimo dijo...

"Sangre fácil", "Muerte entre las flores" i "Fargo" eren trascendents i també molt bones pel·lícules.

Dave