Dicen mis amigos que, como era de esperar, el Opus Dei no ha entendido nuestra película. Yo creo que es al contrario. La han pillado tan bien y se reconocen de tal manera en el retrato que de ellos se hace, que no podrían aceptarlo sin echar el cierre al tinglado. Seguramente lo que más les desconcierte es el tratamiento objetivo e inusualmente nítido de su modus operandi y les irrite sobremanera comprobar que hasta el último detalle de lo que en CAMINO se muestra es un reflejo bastante exacto de la realidad, de sus contradicciones y de su insostenible discurso. Y como artistas que son de la contrapropaganda y del anonimato, han utilizado una vez más a Alexia González-Barros y a su familia para desviar inútilmente la atención sobre el tema que más duele en la película: el camino que proponen e imponen a miles de inocentes personas que por una cosa o por otra han terminado enredados en su viscoso entramado pseudoespiritual es un camino a ninguna parte.
El Opus Dei, que sí ha utilizado para sus fines el calvario de una pobre niña adolescente, en clara y desconcertante connivencia con sus familiares, sabe perfectamente que ésta película no es una frivolidad más sobre sus exóticas costumbres sino que va directa a su corazón (si lo hay) y les muestra tal y como son. Qué curioso que en ésta película el Opus Dei salga mal parado y Dios no. ¿No eran la misma cosa? ¿No es el uno la obra del otro? Parece claro que no. Quizás algún día los hermanos, tías y sobrinos de Alexia, que me envían dardos envenenados en forma de cartas al director, comprendan ésta película y sientan la vergüenza de haberme maltratado ellos a mí. Porque es muy injusto aceptar que un tumor cancerígeno en la vértebra de Alexia fue voluntad de Dios y sin embargo ésta película, que por cierto no es su biografía, no lo sea.
Javier Fesser
Director y guionista de CAMINO
3 comentarios:
Fesser está currando a tope para promocionar publicitariamente su peli.
Cuando no arma bronca con los hermanos de la niña hace declaraciones explosivas; y este fin de semana -qué casualidad, precisamente este fin de semana, tan decisivo economicamente para su pelicula- escribe una carta al opus.
¡Lo que trabajan los directores de cine para que el personal vea su peli!
Ya se ve que, después del fracaso en taquilla (la 7ª película de la semana pasada, y eso que no había muchas más), a Fesser le interesa crear polémica antes del fin de semana.
Cometí el error de ir a ver Camino, lo cual sólo me hizo pasar un mal rato con una película larga, lenta y sangrienta. Estoy de acuerdo con los críticos: el tema se aborda lentamente y la película resulta como una patada en el estómago. Tuve que irme al cabo de dos horas de película... y todavía le quedaba lo peor, según me han contado.
La película ya está en la red para descargar. Os recomiendo que os la bajéis y gastéis ese dinero en unas buenas copas, en lugar de pasar un mal rato en el cine.
Quería añadir algo más: me sorprende la falta de crítica hacia el lado más feo de Camino, , y hacia el que nadie parece que se atreve a mirar.
Como es sabido no es una peli de ficción, como repite machaconamente Fesser. Fesser sigue punto por punto la vida de Alexia: basta con leer el libro para ver como todo coincide: la familia, el colegio, la enfermedad, los nombres, la clinica... Los mismos diálogos, pero con el sentido vuelto del revés: donde la madre tiene una respuesta comprensiva, Fesser le pone una respuesta fanática, para demonizarla.
Claro, se aprovecha de que el personal desconoce la realidad para venderla a su manera, pasada por su tamiz ideológico
Me gustaría que me dijeras como se te pondría el cuerpo si un director de cine contara así la historia de tu madre, de tu padre y de tu hermana, maltratándolos y poniéndolos a parir, como ha hecho Fesser con los González Barros.
Y encima ha tenido el sarcasmo de dedicarle a la hija la peli en la que pone todo lo que amaba de vuelta y media.
Y ahora semana tras semana va enviando cartas abiertas y comunicados coincidiendo con las fechas de promoción de la película, diciendo... ¡que le maltratan a él!
Parece un chiste de Mortadelo... si el fondo de la historia no fuera tan cruel.
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