
Claro, es que es muy diferente reunirse en la barra de un bar con unas birras y parir una comedia (ey, ¿y si ponemos a la tetuda de la Pamela Anderson?) que quedar alrededor de un plato de sushi y hacer lo mismo, pero sustituyendo a las pibas por unas cuantas imágenes del cretino de Bush. Sin una intención clara más allá de lo facilón, tanto una como otra táctica darán los mismos resultados: una idiotez. Lo que pasa es que poner a la tetuda de la Anderson está intelectualmente peor visto.
Los hombres que miran fijamente a las cabras no sabe contra qué dispara y, claro, en algún momento da en el blanco. La idea de una organización secreta del ejército norteamericano dedicada a desarrollar técnicas de combate psicológico-pacifistas tiene su qué, pero se hunde en su propia absurdidad. Sin una mesurada combinación de sus elementos, la crítica, por un lado, se vuelve soezmente obvia, y el surrealismo de las situaciones, por el otro, pierde todo su componente transgresor. De este modo, la cinta en cuestión no hace la pupita que pretende, más que nada porque se muestra incapaz de trascender el idiotismo de los personajes y dar más carga de profundad a temas-bomba simplemente apuntados, como el infantilismo de la cultura norteamericana (desde los hippies hasta Star Wars), la paranoia extrema como esencia misma de los ejércitos, o la oscura presencia de las grandes corporaciones capitalistas en todo, todo, todo lo que ocurre a nuestros alrededor.
Eso sí, uno se imagina a Clooney echándose unas risotadas a costa de Ewan McGregor (convertido literalmente en este film en aprendiz de Jedi). O a Kevin Spacey dando gracias al cielo por haberse cruzado en el camino con un director que le deje campar a sus anchas histriónicas (y, por otro lado, nada graciosas). O a Jeff Bridges, quizás lo único salvable de la función, ufano por volver a desempolvar a Lebowski. Entre todos se montan este sarao de agobiante pedantería, pero insultante nadería. Un sarao que significa un paso más en esa supuesta exploración paralela al amercanus stupidus que Clooney lleva ya varios años realizando, muchas veces alcanzado igual o superiores niveles de estupidez que su objeto de estudio. Aunque eso él y su progre pack, claro está, nunca lo admitirán.
1 comentario:
OT,
Te felicito por tan excelente blog. Leerlo es una delicia.
¡Saludos!
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